LOS FALSOS OPERATIVOS DE LOS MINISTROS SANTILLI Y FREDERIC.LAS VILLAS “LIBERADAS”

El jueves 26.3 un vecino de Nueva Pompeya, fue a buscar medicamentos después de las 22.30  horas, al barrio de Balvanera. El barrio estaba más o menos tranquilo -respecto del desmadre narco de hace más de 25 años- salvo por las ventas de drogas en inmediaciones de las calles Urquiza y Alsina, epicentro de lo que sus vecinos denominaron el «Polo Falopero de Horacio» (Rodríguez Larreta). Se veía en la zona, personal policial de la ex comisaría 8º caminando y también apostado en distintas esquinas, a diferencia de la ausencia policial de los últimos años. En cambio, el vecino no vio en esos 4 km recorridos, ni un solo control de automotores. Sí pudo observar grupos de 3 o 4 personas en distintas calles, hablando alegremente como si el corona virus no existiera.
El vecino de Pompeya, desde Balvanera se dirigió a dejar unas bolsas con ropa y algunos elementos no perecederos, a una familia que tiene la desgracia de vivir en la calle Iguazú, en un lateral de la villa Zavaleta. En ese lugar pasó por 2 controles de automotores de Policía de la Ciudad, más otros 3 de Prefectura Naval. A una marcha muy lenta saludo a los efectivos, y en ninguno de los 5 controles fue detenido. Lo notable, es que pudo observar negocios abiertos por toda la villa Zavaleta, mucha  cumbia y reggaeton con montones de grupos de vecinos, más decenas de automotores entrando y saliendo sin que nadie los parara, con ventas de drogas por todos lados y a escasos 50 metros de los 5 controles de automotores.
Unos días antes el mismo vecino de Pompeya, también por razones de fuerza mayor, pasó de día por la villa 1-11-14 y pudo observar, las mismas escenas vistas en Zavaleta: hormigueros de gente transitando, vehículos que entran y salen sin ningún control y venta de drogas por todos lados. Incluso a metros de los puestos de Gendarmería Nacional, dispuestos no solo en los contornos sino también en el interior de dicha villa. Otra gran venta de humo de Frederic, en su momento creada por la ex ministra Garré (en el 2012 en Lima Perú, miembros de su Policía Nacional me manifestaron: «el corralito verde de gendarmería, tu jefa lo armó para cuidar las ventas de nuestros paisanos narcos»).
Conforme el testimonio de distintos vecinos y personal policial, lo visto por el vecino en Zavaleta y la 1-11-14, también puede observarse en forma exacta, en las villas de Lugano, Soldati, Retiro y Ciudad Oculta. Sumando estas 6 villas, tenemos no menos de 400 mil personas habitando las mismas, a pesar de lo que indican las estadísticas erróneas o falsas del Gobierno de la Ciudad. Y conforme a distintas ONG que analizan esta temática, existen en Argentina más de 4300 villas, que ocupan en total 203 km cuadrados, con una masa poblacional bastante difícil de cuantificar. Máxime considerando que desde siempre, las autoridades nacionales se dedican a ocultar esos datos duros. Objetivamente, resulta muy difícil imponer pautas sociales o sanitarias en sectores tan marginales. Y mucho más cuando en todas esas villas existen territorios o zonas liberadas, protegidas por jefes policiales y encubiertas por políticos, jueces y fiscales.

Hace unos años con distintos trabajos de campo, pude extraer muestras poblacionales de las villas más grandes, para realizar proyecciones y extrapolaciones de los datos, que determinaban que en dichos conglomerados, entre un 70 y 80% de los habitantes eran trabajadores y personas honestas. Considerando esas 400 mil personas de la actualidad, tendríamos entre 80 mil y 120 mil narcos y demás delincuentes viviendo en esas 6 villas. Y justamente este universo de entre 80 y 120 mil malandras, constituye la frutilla del postre de jefes policiales, jueces, fiscales y políticos que se alimentan en nuestro país, de los delitos complejos y hasta de los más simples. Tal vez así podamos comprender en mayor medida, la falta de operativos de control de esta pandemia en las villas, de parte de los funcionarios nacionales y de la ciudad. En nuestras villas, los estados nacional y de la ciudad, siguen siendo eternos ausentes y la única ley que impera en las mismas, es la que los narcos y demás delincuentes, les fijan a las personas honestas que viven en ellas. J. O. R.  28.3.20

Autor: jorrodblog

Economista UBA. Analista de Narcotráfico y Delitos Complejos

Deja un comentario